arquitectura de la antigua grecia

Arquitectura en la Antigua Grecia

La stoa de Átalo restaurada, Atenas.
La Arquitectura en la Antigua Grecia es aquella que se desarrolló en la Grecia de la antigüedad, desde el primer milenio a. C. hasta el siglo II a. C. Reviste particular importancia para la historia de toda la arquitectura occidental.
La arquitectura griega sienta las bases de lo que será la arquitectura del mundo occidental durante siglos. La codificación de la edad arcaica en tres órdenes estéticos conforme a los cuales construyeron los antiguos griegos (dórico, jónico y corintio) se convertiría con el helenismo en un lenguaje compartido por todo el mundo mediterráneo.

Materiales

Los materiales frecuentemente empleados en la arquitectura griega fueron la madera, para soportes y techos; ladrillo sin cocer para las paredes, especialmente de casas; la piedra caliza y el mármol, para columnas, muros y porciones elevadas de los templos y edificios públicos; la terracota, para ornamentos; y metales, especialmente el bronce, para detalles decorativos. Los arquitectos de la época arcaica y clásica usaron estos materiales constructivos para edificios: religiosos, cívicos, domésticos, funerarios y recreativos. El adobe se reservaba para las construcciones más pobres y sin importancia.
En cuanto a las tejas, ha de recordarse que los restos más antiguos de la Grecia arcaica están documentadas en un área muy limitada en torno a Corinto (Grecia), donde las tejas fueron sustituyendo a los techos de paja en los dos templos, de Apolo y de Poseidón entre los años 700 y 650 a. C. Se expandió rápidamente, durante los cincuenta años siguientes, usándose en un elevado número de lugares alrededor del Mediterráneo oriental, incluyendo la Grecia continental, el oeste de Asia Menor, y el sur y el centro de Italia. Las primeras tejas tuvieron forma de S, y eran bastante abultadas, con un peso de unos 30 kilos cada una. Resultaban más caras y costosas de producir que un tejado de paja, por lo que su introducción se explica por la resistencia al fuego, que daba la necesaria protección a los costosos templos.
La expansión de la cubierta de teja debe verse en relación con el simultáneo auge de la arquitectura monumental en la Grecia Arcaica. Sólo los muros de piedra que estaban apareciendo por entonces, reemplazando a las precedentes paredes de barro y madera, eran suficientemente fuertes para soportar el peso de una techumbre de tejas.
Finalmente, no puede olvidarse que el aspecto general de los edificios era distinto al que se ve actualmente, ya que se pintaban con colores brillantes, de rojo, de azul, de tal manera que llamaban la atención no sólo por su estructura, sino también por su policromía.

Historia

Parte superior de la Academia Nacional Griega, en Atenas, mostrando el frontón con esculturas.
La mayor parte del conocimiento actual de la arquitectura griega proviene del período arcaico tardío (550 - 500 a. C.), la época de Pericles (450 - 430 a. C.), y el periodo puramente clásico (430 - 400 a. C.). Los ejemplos griegos son considerados junto a los períodos helenístico y romano (puesto que la arquitectura romana copió en gran medida a la griega), y fuentes escritas tardías tales como Vitrubio (siglo I). Como resultado, queda una fuerte tendencia hacia los templos, los únicos edificios que sobreviven en un número significativo.

Período arcaico

Es la primera etapa. Tiene varias fases. Comienza a principios del primer milenario antes de Cristo y se cierra en el primer tercio del siglo V.
La arquitectura, definida como edificaciones ejecutadas según un diseño estético consciente, desapareció de Grecia desde finales del periodo micénico (alrededor de 1200 a. C.) hasta el siglo VII a. C., cuando la vida urbana y la prosperidad se recobraron hasta el punto de poder emprenderse la edificación pública. Pero a partir de entonces muchos edificios griegos durante el periodo de las colonizaciones (siglos VIII - VI a. C.), se hacían de madera o adobe o arcilla, nada queda de ellos excepto unos pocos planos sobre el terreno, y casi ninguna fuente escrita sobre esta arquitectura temprana o descripciones de estos primeros edificios.
Alrededor del año 600 a. C., las columnas de madera del antiguo Hereo de Olimpia sufrieron una transformación material, conocida como «petrificación», en la que fueron reemplazadas por columnas de piedra. Poco a poco, otras partes del templo fueron petrificadas hasta que todo él estuvo hecho de piedra. Con la expansión de este proceso a otros santuarios, los templos griegos y edificios significativos desde el siglo VI a. C. en adelante, fueron construido en gran parte con piedra, y unos pocos ejemplos afortunados han sobrevivido a lo largo de los siglos. La introducción de paredes de piedra también permitieron que los tejados con techo de paja fueran reemplazados por tejas que actuaron como medio para mejorar la resistencia ante el fuego.
En esta época se usaba el orden dórico, incluso el jónico.
Ejemplo de la etapa de transición entre el período arcaico y el clásico es el templo de Poseidón, en Paestum, de planta rectangular, períptero y hexástilo.

Período clásico

Es la segunda etapa, que se corresponde con los siglos V y IV a. C.
Como la pintura y la escultura de la época, la arquitectura griega de la primera mitad de la Antigüedad clásica no era «arte por el arte» en el sentido moderno. El arquitecto era un artesano empleado por el estado o por un rico cliente privado. No se distinguía entre el arquitecto y el constructor. El arquitecto diseñaba el edificio, contrataba a los obreros y artesanos que lo construían, y era responsable tanto de su presupuesto como de su acabado a tiempo. No disfrutaba del estatus noble que tienen los modernos arquitectos de edificios públicos. Incluso los nombres de los arquitectos son desconocidos antes del siglo V a. C. Un arquitecto como Ictino, que diseñó el Partenón, que hoy en día sería considerado un genio, era tratado en vida tan sólo como un comerciante experto y muy valioso.
Supone el apogeo de los órdenes dórico y jónico.

Período helenístico

Es la tercera y última etapa del arte griego. Se extiende desde el siglo III a. C. hasta mediados del siglo II a. C., tomándose como fecha simbólica de cierre el año 146 a. C., cuando la ciudad de Corinto es conquistada por los romanos.
El peso del desarrollo artístico se trasladó hacia Oriente. En esta época se desarrollaron grandes construcciones en Pérgamo (Altar de Zeus), Rodas y Alejandría. De esta época es el Mausoleo de Halicarnaso.
Lo más destacado son los proyectos urbanísticos como los de Hipodamo de Mileto, con organizaciones en cuadrículas, ejemplo que fue seguido en siglos posteriores.
Se abandonó el severo estilo dórico.

Estructura y estilo de los templos griegos

La arquitectura griega clásica está representada, fundamentalmente, por templos, pues se desarrolló en torno a los santuarios, siendo los principales los de Olimpia, Delfos, Atenas, Eleusis, Delos, Epidauro, Mileto, Éfeso y Selinonte. El formato estándar de los edificios públicos griegos se conoce a través de los ejemplos supervivientes tales como el Partenón y el Hefestión de Atenas, el grupo de Paestum, el complejo de templos de Selinunte (Selinus) y los santuarios de Agrigento.
El templo era la forma más conocida y frecuente de arquitectura pública griega, pero no cumplía las mismas funciones que una Iglesia moderna. El altar estaba al aire libre en el témenos, a menudo directamente delante del templo. Los templos servían como depósitos de tesoros asociados al culto del dios al que se dedicaban, como lugar donde permanecía una imagen de culto a veces de gran antigüedad, pero a menudo desde los tiempos de Fidias era asimismo una gran obra de arte. El templo era un sitio para que los devotos depositaran sus ofrendas votivas, tales como estatuas, yelmos y armas. La habitación interior del templo, la cella, servía así principalmente como una cámara acorazada y una despensa. Puesto que no estaba pensado para alojar a los fieles, no precisaba que fueran de grandes dimensiones, ni tampoco elevarlos. Se concebían para ser vistos desde fuera.
El templo primitivo de los siglos VII y VI a. C. es de ladrillo y madera. Un ejemplo es el templo de Apolo en Corinto, que a pesar de estar construido ya en piedra, desprende una impresión de arcaísmo las robustas columnas, muy próximas entre sí. La mayor parte de los edificios estaban hechos con caliza o toba calcárea, que Grecia tiene en abundancia, que se cortaba en grandes bloques y se preparaba. El mármol era un material de construcción caro en Grecia: el mármol de alta calidad sólo provenía del monte Pentélico en Ática y de algunas islas como Paros, y su transporte en bloques grandes era difícil. Se usaba principalmente para la decoración escultórica, no para la estructura, excepto en edificios muy grandes del período clásico como el Partenón.

El templo griego.
El templo pudiera haber tenido origen en el megaron, sala rectangular precedida por un pórtico de columnas (stylos), existente en la casa micénica y que era la habitación más importante de la casa griega y santuario de los dioses familiares, tal como lo describe Vitrubio. En las invasiones y guerras, los ganadores derruían el palacio del rey vencido, pero respetaban el megaron puesto que era la casa del dios de la región. Así, el templo más antiguo era el in antis, que tiene todo el aspecto de ser una habitación que ha perdido la casa que tenía alrededor.
Son construcciones arquitrabadas que se alzan sobre una plataforma con gradas (krepis o krepidoma), llamándose estilóbato al último escalón. La planta definitiva del templo griego constaba de un local llamado cella, un espacio interior, de forma rectangular, que constituye el núcleo de la construcción. Tiene una sola abertura, la puerta, sin ventanas. A veces el templo tiene dos cellas, con las puertas en las fachadas principales, las más cortas, y en este caso cada cella suele estar dedicada a una divinidad distinta.
Delante de la cella estaba la pronaos o pórtico de columnas.
Al templo así configurado se le fueron añadiendo columnas delante, detrás o incluso rodeándolo por todos lados. Según cómo se coloquen las columnas, el templo se llama de distinto modo: in antis, el que prolonga los muros laterales de la cella hacia la fachada, cerrando el vestíbulo por los lados. Templo próstilo es el que tenía, además de las dos columnas conjuntas, otras dos enfrente de las pilastras angulares con lo que, en definitiva, presentaba cuatro columnas en la fachada principal; se le considera el de segunda especie entre los antiguos. Anfipróstilo es el edificio con pórtico y columnas en dos de sus fachadas, es decir, en la de delante y la de detrás; un ejemplo es el pequeño templo de Atenea Niké. Se dice períptero del templo clásico rodeado por columnas que deja paso entre estas y el muro, es decir, aquel con columnas en todo el perímetro; un ejemplo de templo períptero es el Partenón. Por último, díptero se llama al templo al que rodea una doble fila de columnas.
Tholos, en Delfos.
Tenían siempre en las fachadas principales (las más cortas) un número de columnas par, y dependiendo del número de columnas se llaman de distinta manera: cuando tiene cuatro, tetrástilo; si son seis, hexástilo; si son ocho, octóstilo; si fueran diez, decástilo y con doce, dodecástilo. De este modo, se marca el eje con un hueco. Las columnas de los lados, sin embargo, eran impares, habitualmente el doble que en las principales más una.
Se pueden encontrar, además, otras denominaciones en referencia a los templos griegos: hipetro quería decir sin techo; pseudoperíptero se llamaba al que tenía columnas adosadas en los lados; y áptero, al templo sin columnas.
En general, los edificios tenían planta rectangular, pero hay algunos casos de templos circulares (tholos). Monóptero era la denominación que recibía el templo circular. El ejemplo más conocido es el de Teodoro, en Delfos, dedicado a Atenea Pronaia.
Las columnas sostenían el entablamento sobre el que se alzaba la techumbre a dos vertientes. Este tejado dejaba a los lados dos triángulos (frontones) cuyo interior (tímpano) se decoraba. Los griegos techaron sus edificios con vigas de madera cubiertos con tejas de terracota y, ocasionalmente, de mármol. Comprendían los principios del arco de mampostería, pero hicieron poco uso de él, y no pusieron bóvedas ni cúpulas en sus edificios.
Con el tiempo, los arquitectos griegos fueron afinando las proporciones y los detalles de sus templos. Muchos consideran que el Partenón de Atenas, de los arquitectos Ictino y Calícrates, es el templo que mejor expresa el deseo de Belleza de los griegos.
En los templos griegos los ornamentos se circunscribían a unos espacios prestablecidos, de conformidad con el orden arquitectónico del edificio. Se decoraba en los capiteles, el friso y la cubierta. Quedaban lisos la basa, el arquitrabe y las paredes.